viernes, 28 de noviembre de 2008

bajo el cielo estrellado















La luz del sol continua sin aparecer. No hay claridad en el retrovisor. Simplemente se aleja sin entender, con un tema de "The clash" como lema, ante si continua indecesion. Tiene una espina clavada en el pecho.
Extraña sus distraidos sentimientos, pero a medida que escapa, se siente mas en casa. Calamaro suena en la radio, junto con canciones que lo llevan a distintos momentos. Ya deja de perseguir un ideal, solo se conforma con tener algo que perseguir.
La ruta cambia, deja de ser la 51 para convertirse en la 76, ruta de sierras que bordean su destino. El auto pide velocidad y su corazon paz. Siente que el camino recorrido no ha sido el correcto, que no importa cuanto vuelva, ya no podra volver atras.
Se siente maldecido por el Mesias, ese mismo en el que creia aunque haya sido un invento de su ser para completarse, para sentirse entero. Entender que su muerte ya paso, y que nada podra sacarlo de este lugar. Sentimientos que Borges y tantos otros genios han descripto tan bien, pero no pueden vivir con ese sentimiento.
Se mira por el espejo y ya no se reconoce en el reflejo. Perdio su estrella en esta noche tan oscura. Y el motor que ronronea de sentir la adrenalina de su conductor, pidiendo a gritos mas velocidad y que el camino no termine nunca jamás.
Proxima salida, estacion de servicio, 10 km. Entrada Olavarria 12km.
Embrague, freno y rebaje.

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